La Banda de Blanco

No soy sólo una enfermera...  Cada día conozco y me sorprende más la cantidad de diversas y variadas capacidades que tienen mis compañeras y que habitualmente pasan desapercibido en el ritmo diario del trabajo. La que no pinta, baila. La que no cose, interpreta teatro. Participan en asociaciones, ONG´s, redes sociales y un infinito etcétera. Me imagino que cayésemos en manos del departamento de recursos humanos de una multinacional (Google, 3M,  Apple...) y se pusiesen manos a la obra a sacar partido a toda la serie de habilidades de sus trabajadores y trabajadoras... Se saturaría la creatividad y quien sabe si se añadiría valor al producto final al poner a trabajar a cada uno canalizando el "arte" que cada uno tiene. O por el contrario, siendo pragmáticos, la empresa iría a pique al provocar que cada uno se dedique a hacer su trabajo bajo el prisma de su habilidad especial.   Recientemente por la llegada del estío me han cambiado a otro servicio, creo que es al

Vocación viene del latín vocatio que expresa la acción de llamar.  Tradicionalmente se ha usado este término para designar "La llamada" que realiza Dios a algunas personas para que se dediquen a la vida religiosa.  En la vida cotidiana se ha extrapolado a la vocación profesional. Que vendría a ser la inclinación que tenemos hacia un determinado ámbito laboral.  Dicha vocación pone en duda el libre albedrío ya que de alguna manera cuestiona la verdadera capacidad de elección de las personas sobre sus vidas dejándola en manos de una suerte de intuición que vendría predeterminada por vete tu a saber qué.  Santo Tomás defendía que hemos venido a realizar un papel que no hemos elegido. Dios nos ha dado un destino que debemos de cumplir. Así argumentaba en contra del suicidio, ya que debemos aguantar lo que nos ha tocado vivir designio divino. En ésta línea podríamos usar parecido argumento a favor de cumplir con nuestra "vocación" o llamada a realizar un rol