MIOPÍA

Esta semana he estado en las III Jornadas de la Asociación Estatal de Estudiantes de Enfermería. Junto a otros dos sinvergüenzas hemos planificado unas jornadas que me han servido para darme cuenta de muchas cosas y entre ellas, del mal de miopía que corremos el riesgo de padecer.

Miramos hacia nosotros porque más allá lo vemos borroso. Esa distorsión se arregla con lentes, unas gafas de valores, principios y conocimientos que nos ayuden a situarnos en un contexto global. Hablar del progreso de la profesión sin hablar del contexto sanitario en general o del social es un error de bulto porque nos aísla. 

Entiendo que durante un tiempo han sido necesarias esa demostraciones de orgullo por lo propio dado a nuestro complejo de inferioridad con otros estudios y profesiones con los que estamos en contacto. Pero ese complejo tiene que acabarse porque, precisamente con el grado, estamos en igualdad de condiciones.

Con el egocentrismo profesional corremos el riesgo de olvidarnos de aquellas personas que no son de la profesión y que también son compañeras de trabajo: administrativas, celadoras, médicas, personal técnico, trabajadoras sociales... Mónica Pérez nos recordaba la anécdota de cuando JFK visitaba Cabo Cañaberal y que al preguntar qué función tenía a un tipo que estaba fregando el suelo, éste contesto "ayudo a que el hombre llegue a la Luna". 

Por otra parte, no podemos pasarnos la vida criticando el corporativismo de los PDI de nuestras universidades que se compinchan en favor de sus objetivos, dejando en minoría una y otra vez los intereses del los y las estudiantes, o el corporativismo médico que achaca y publica en prensa los errores de las enfermeras pero que se encubren entre ellos cuando los errores son de ellos mismos. No podemos formar parte de esa guerra de bloques. Tenemos que tener unos principios claros y buscar aliados para su consecución. No podemos hacer de esto una guerra de poder, a ver quién tiene más tanques o más misiles o la capacidad para cerrar el espacio aéreo español. Tenemos que conseguir que se entiendan nuestras demandas desde la empatía y el consenso.

El mundo es muy complejo y pretender encontrar respuestas únicamente desde la Enfermería es un síntoma de miopía.

Y digo todo esto a sabiendas de que muchas personas que hemos estudiado enfermería hemos tenido otras inquietudes, sanitarias o no, que nos han llevado a emprender otros estudios o actividades. Por eso, porque somos un colectivo de gente inquieta, me cuesta entender que a veces seamos tan miopes.

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