La fortaleza del liderazgo suave


La gestión impregna toda nuestra actividad hasta el punto de formar parte inherente de la asistencia. Separar en cajones estancos; docencia, investigación, asistencia y gestión, además de falaz resulta ser una incongruencia de facto. 

Porque sin ir más lejos cuando estás realizando la más simple de las técnicas que se te pueda ocurrir, véase "Escucha activa" estás gestionando recursos materiales (la famosa silla de Marañon), el tiempo (o mejor inlcuso kairós), aprendiendo y enseñando e investigando en su sentido más amplio y concreto si fomentamos la cualitativa. 

Y sobre todo, lo que nunca dejamos de gestionar son las personas con y para quien trabajamos. 

Se trata de una compleja ecuación multifactorial dónde se nos olvida o damos por hecho lo obvio. Las personas. En el difícil arte de conseguir lo mejor de cada individuo no hay manuales, ni directrices que garanticen el éxito. De hecho, si existiese la fórmula mágica no habrían proliferado de tal manera los tan nombrados textos de autoayuda, ni las sesiones de coaching en los últimos tiempos. 

Como consejos vendo que para mí no tengo. Voy a contar de manera muy descriptiva lo que mejor les ha funcionado a mis jefes a la hora de "darme órdenes": 

Me miran a los ojos. Me dan los buenos días. Me acogen y reciben ofreciendo algo de beber y comer.

Antes de entrar en materia profesional, sin mirar el reloj, me preguntan por mí, mi familia y mi tiempo de ocio.

Inician la reunión con preguntas abiertas, fundamentalmente dirigidas a escuchar lo que yo haya trabajado, proyectos que me hagan especial ilusión, problemas o preocupaciones que tenga que resolver al respecto de los mismos.


 Se preocupa de dar respuesta a mis cuestiones y en caso contrario me emplaza en fecha y espacio para dejarlo resuelto.

Realiza refuerzo positivo de mi trabajo y las actitudes mostradas durante el mismo, incentivando a continuar explotándolas. Impulsa, asesora y apoya frente a terceros las ideas y proyectos que le traslado haciendo público que la autoría de los mismos no es suya sino del profesional que en cada ocasión corresponda.

Ayuda a agilizar trámites con las instancias de jerarquía superior, aportando experiencia y conocimiento añadido en la gestión de los tiempos, los espacios y los egos.

Trata los temas con genuino sentido del humor y en ocasiones de especial tensión hace uso del mismo para favorecer un ambiente propicio para la reflexión y mover a la acción constructiva.

Para corregir los errores utiliza la persuasión e invita a la reflexión conjunta para que del seno del diálogo surja el mejor curso de acción para todos los involucrados.

Y ante todo, no olvida que somos personas antes que trabajadores, muestra afecto y cariño acogiéndote sin juzgar tu vida personal, invitándote a hacer del trabajo un lugar de realización personal dónde además, a ser posible, te divierta lo que haces. 



Gracias por todo jefes/as
Franjuan

"Aparte de esto, gracias a Dios, 
la vida pasa felizmente si hay amor" 





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