Dr. Bellido ft. Las Enfermeras
Enfermera se escribe con "a".
Una cuestión de género, simbolismo y feminismo.
Sea cual sea la relación mujeres-hombres y viceversa que haya en ese momento. Imagino que Pérez Reverte y los puristas de la RAE no tardaran en arrojarme enciclopedias enteras a la cabeza.
Pero mi disputa no va sólo en términos lingüísticos. Sino por lo simbólico, histórico y antropológico del término enfermera.
No es ningún secreto que el 80% de la profesión enfermera está conformado por féminas, tampoco lo es que ha estado vinculado a la beneficencia ejercida por mujeres y que la ética del cuidado es eminentemente femenina, son cuestiones tan claras y motivo de orgullo que serían razón suficiente para convivir con ello sin llevarse a alarma ni sorpresa alguna. O alguien se escandaliza éstos días de debates de investidura cuándo se solicita el silencio de ... sus señorías.
Por otra parte, si aún mantenemos una mentalidad infantil respecto a las cuestiones de género y levanta suspicacias que nos denominen en femenino o en masculino, que cada uno revise su sistema de valores y la relación que mantiene consigo mismo y con las categorías nominales.
Mención aparte merece la polémica que surgió en el día de ayer con la promoción del "Dr. Bellido y Las enfermeras" todo hace pensar que el hiptético doctorando aún no ha leído la tesis y que las enfermeras no han empezado su período de prácticas. Bromas aparte, me recuerda a los argumentos de colectivos islámicos cuándo decían sentirse denigrados u ofendidos hacia su sentimiento religioso. Cada tribu creamos nuestros tótems y nuestros tabúes, y las artes suelen poner de relieve las tensiones entre libertad de expresión y la de credo. El sol y la luna tienen sus dominios pero cuando coinciden se produce un eclipse digno de ser observado.
Disfrutemos del espectáculo (aunque a veces haga daño a los ojos) y contemplemos maravillados la ridiculez de nuestras cuitas.
Juanfran B.
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