Anéctotas enfermeras

Hoy he tenido un día curioso y he estado recordando todas aquellas cosas que nos pasan día a día en la consulta y que realmente ponen a prueba tu humor y paciencia. Cosas simpáticas y generalmente acciones no voluntarias que eternizan el tiempo de consulta y que a mi al final me han conseguido sacar una carcajada, pues hay veces en las que, aunque te gustaría hacer lo contrario, más vale pararse a observar al paciente que disponerse a discutir. Y que nadie se ofenda por favor porque todos podemos encontrarnos en situaciones así y de hecho una servidora más de una vez que en determinada situación no ha dado pie con bola.

Para celebrar el día mundial de la enfermería os invito a que nos contéis vuestras anécdotas bajo el HT #anecdotaenfermera. Aquí os dejo las mías.

Contexto: Sala de extracciones. Titulo: paciente en crisis de pánico (no soporta las agujas)



Paciente, 4x4 que acude con el volante en la mano, tembloroso que se pone en frente de ti y antes de sentarse ya te dice: le tengo miedo a las agujas.
          - Enfermera: sientese por favor.
          - Paciente: que tengo que hacer.
          - Enfermera: dejarme un brazo
          - Paciente: ¿cuál?
          - Enfermera: el que usted quiera, no se preocupe que si no encuentra una vena en este miraremos en el otro antes de pinchar.
          - Paciente: No se, creo que aquí se me ven mejor.
          -Enfermera: No se preocupe que ya miramos, por favor quítese el abrigo y ponga un brazo en la mesa.
          - Paciente: a si perdón, pero ¿cuál?
          - Enfermera: el derecho
          - Paciente: igual el izquierdo que soy diestro.
          - Enfermera: vale, como usted quiera pero siéntese por favor.
          - Paciente: yo no voy a mirar ¿vale?
          - Enfermera: vale, no se preocupe, no es necesario que mire pero por favor, gire la cabeza pero no gire el cuerpo, déjeme usted el brazo inmovil. Le voy a colocar el compresor, le apretará en el brazo, no se mueva.
           - Paciente: no me avises cuando me vayas a pinchar.
           - Enfermera: preferiría avisarle, para que supiera que va a sentir el dolor, que es leve y llevadero, para que no se asuste y no se mueva.
           - Paciente: no, no me avise, lo prefiero.
           - Enfermera: de acuerdo. (al pinchar el paciente se mueve). No se mueva por favor.
           - Paciente: perdón, no me lo esperaba.
           - Enfermera: (pensando "si le hubiera avisado se lo habría esperado, aún así, sabe usted a lo que viene, a sacarse sangre, jajja")
           - Paciente: ¿Ya? buah si ha sido una chorrada, tampoco es para tanto..... emm creo que me estoy mareando.
           - Enfermera: Venga que le voy a tumbar en una camilla


jajajjajaj, hay dias en los que realmente me rio por no llorar. Aunque después lo recuerdas y aunque ha sido muy duro a contener en el momento, luego te ries al recordarlo, que es lo que me está pasando ahora mismo a mi.


Contexto: Sala de ECG (y vas con retraso)    Título: Paciente encebollado 





           - Enfermera: ¿Fulanito de tal?
           - Paciente: Soy yo
           - Enfermera: Pase fulanito, se quite usted la ropa de cintura para arriba y túmbese en la camilla. Tiene la silla para dejar sus cosas. (A esto que fulanito se quita el abrigo, lo cuelga del perchero, se quita el jersey y le da la vuelta, lo deja perfetamente colocado en el respaldo de la silla, se quita la camisa, botón a botón, incluidos puños, la deja colocada perfectamente encima del jersey y se quita la camiseta interior.
           - Enfermera: túmbese por favor.
           - Paciente: espere que me quite los zapatos.
           - Enfermera: no, no hace falta que se quite los zapatos.
           - Paciente: que si mujer, que no te voy a manchar la sabana.
           - Enfermera: no se preocupe, es de papel, una vez que hayamos hecho el electro lo voy a tirar.
           - Paciente: pues vale pero me da cosa emm...
           - Enfermera: no se preocupe, son las normas.
           - Paciente: me quito el reloj.
           - Enfermera: como quiera pero no es imprecindible, ni tampoco la cadena. Ahora le pondre unas cuentas pegatinas y cuando le diga intente estar quieto y sin hablar. ¿Quién le ha pedido el electro?
           - Paciente: pues el médico, quién va a ser.....
           - Enfermera: el médico de cabecera o el cardiólogo.
           - Paciente: el especialista. y él ya va a poder verlo o le tiene que llamar para que venga porque no está aquí.
           - Enfermera: pues no se preocupe porque se lo meto en un sobre y se lo lleva usted en mano cuanto tenga la consulta.
           - Paciente: y ¿cuándo tengo que ir?
           - Enfermera: yo eso no lo se, lo debería tener usted apuntado. Por favor, vayase vistiendo. ¿Tiene algún familiar que le acompaña a las consultas?
           - Paciente: si, mi mujer.
           - Enfermera: pues pregúntele a su mujer y si no acuda al mostrador con la tarjeta sanitaria y le dirán.
           - Paciente: ¿y tengo que coger cita?
           - Enfermera: dígale a su mujer que pase, por favor.

Por último os cuento una anécdota que recuerdo de una manera trivalente, no sabía si reirme, apurarme o llorar. Cuando menos fue una situación dramática que resultaba bastante cómica y que al final me inspiró ternura pues la señora era un "cacho pan".

Contexto: Planta de medicina interna tras la muerte de un señor muy mayor, muerte ya esperada.
Título: Pero... ¿está usted segura señorita?





     - Familiar: perdone señorita, mire, que mi marido está aquí ingresado y que me han llamado mis hijos y van y me dicen que se ha muerto.
     - Enfermera: ¿cómo se llama su marido señora?
     - Familiar: Tal
     - Enfermera: pues lamento decirle que así es, yo soy su enfermera y su marido ha fallecido esta mañana. Acompañeme a la habitación.
     - Familiar: ¿seguro que está muerto? si mirelo, está igual que siempre, yo creo que está dormido.
     - Enfermera: lamento decirle que si, ha fallecido.
     - Familiar: Y usted eso como lo ve, porque yo ya les he dicho a mis hijos que eso no podría ser, si solo estaba malo, que se asegurasen y por eso he venido yo. ¿Cómo sabe usted que está muerto?
      - Enfermera: porque le hemos hecho un electrocardiograma que sirver para ver si el corazón funciona y su corazón no funciona ya, y como usted sabrá, si el corazón no nos funciona nos morimos.
      - Familiar: pues ya me da pena chica, era muy majo, aún parece majo a que sí, siempre se ha conservado muy bien. Que pena chica.
      - Enfermera: ¿quiere que llame a algún familiar?
      - Familiar: No tranquila, que me vuelvo en taxi.

En fin, hay mil más como estas, así como mil chistes fáciles que surgen con cosas del día a dia que solo cuando tienes a un enfermero a lado que se ría contigo, tus familiares dejan de pensar que o eres una friki o estás loca, jajajja. Creo que nuestra profesión es grande, muy grande y te permite desarrollarte como persona y aplicar el aprendizaje en todos los aspectos de tu vida, al fin y al cabo acompañamos en el día a dia a muchísimas personas que nos hacen parte de su realidad.

Virginia Jiménez.

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