Y si no hubiese sueros...
Y si no hubiese sueros, ni apósitos, ni respiradores, ni bombas de perfusión continua, ni glucómetros, ni tensiómetros, ni material de curas, ni vendajes, ni catéteres...
Y si lo único que nos encontrásemos fuese otra persona, frente a nosotras, con su mirada, con su dolencia, con su sufrimiento, su sentir, su pensamiento, sus miedos...
¿Cuántas veces nos hemos sorprendido diciendo: "y en un rato vuelvo a tomarle la tensión [...] luego le cuido la herida [...] cuándo acabe el antibiótico vengo a retirárselo [...] en un rato cambiaré los sueros"
Y es lo normal, ¿no? Si alguien está en el Hospital es porque necesita cuidados especializados que otra persona no tiene competencia para llevarlos a cabo, es lo que cabe esperar ¿verdad? Y además en la sociedad de hoy en día dónde los gadgets nos inundan nuestra cotidianeidad, ya a nadie le extraña que la atención a las personas se vea instrumentalizada o mediatizada por cables, botones, sonidos, aparatos, máquinas que arrojan datos ¿objetivos? sobre el estado de las personas. Sería ingenuo ahora venir con el discurso copiado a los Amish rechazando a la tecnología por el mero hecho de ser tecnología.
¿Queréis que os cuente una de las des/ventajas de trabajar en psiquiatría?
Cuando menos te lo esperas tienes otra persona mirándote a los ojos expresándote lo que le ocurre y a la espera de que le des una respuesta, y en ese momento echas de menos poder decir: "pita la máquina de la habitación de al lado, ahora vuelvo" o "cuando haga las glucemias hablamos de eso" o desviar la mirada al goteo del suero como comprobando que el ritmo va correctamente. ¡Qué demonios importa cómo c_ñ_ vaya el ritmo en ese momento! Hay otro ritmo más importante y es el del momento presente (Kairós). En ese preciso instante otra persona esta frente a ti transmitiéndote su pesar.
¿Cómo actuar en ese momento?
Vayan a cursos de counselling, escucha activa, empatía, relaciones interpersonales, relación de ayuda, relaciones humanas, comunicación asertiva y eficaz... vayan, vayan. El saber no ocupa lugar y cada vez que les pase volverán a poner esa cara de gilipo o o o yas...
Porque finalmente no tenemos muchas más herramientas que nuestra presencia.
Compartir tiempo, espacio y lugar dónde está esa otra persona. ¿Acaso tenemos otra misión más pretenciosa que simplemente estar con los que nos ha tocado estar en cada momento? Y quien se arroje conocimiento que responda lo que crea que debe responder o que pregunte lo que considere que debe preguntar ante la "insoportable levedad del ser" que tenemos enfrente.
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