VALER PARA TODO ES SINÓNIMO DE NO SABER DE NADA.


Como eres enfermera te llamamos para que estés dos días en consulta de alergias, un mes en maternidad, dos semanas en centro de salud, un día en endoscopias,  dos noches en urgencias y tres semanas en quirófano, ¡Ah! Y ¿podrías bajar a UCI un par de horas para echar una mano?. Pues mire….. NO. No puede ser que por ser enfermera se me coloque en cualquier servicio, sin información previa, sin experiencia, sin compresión por el resto de colegas, en definitiva sin especificidad. Porque para algo en medicina ya se dieron cuentan y existe la residencia y la necesidad de tener una especialidad, porque cada patología y cada servicio requieren conocimientos extensos de la materia, sin ellos es inviable hacer bien tu trabajo y atender correctamente a las necesidades de los y las pacientes que atendemos.

Es importante que nos plantemos y digamos NO, no se trabajar en ese servicio, no tengo experiencia en ese sector, sobre todo en los servicios especiales que requieren técnicas y cuidados específicos.

Reconozco la gran labor que están haciendo desde los colectivos sanitarios para seguir fomentado y creando las especialidades de enfermería mediante el programa EIR, aunque está más que demostrado que es totalmente insuficiente, en concreto por dos motivos;

1-      Hay muy pocas especialidades, puesto que la enfermería es mucho más que comunitaria, pediatría, salud mental, geriatría, salud maternal y enfermería del trabajo. No sé, a mí ahí me faltan muchas otras como; pruebas especiales, uci, quirófano, urgencias, hemodinámica, nefrología, y muchas otras.

2-      Las plazas que oferta el ministerio para formarte como Enfermero Residente son irrisorias.

Por otra parte tengo que romper una lanza a favor de las enfermeras que no trabajan en el área hospitalaria. Este tipo de enfermeras que pueden trabajar en muy diferentes ámbitos y sectores ya sea en centros escolares, residenciales geriátricos, centros de inclusión de personas drogodependientes, de personas con diversidad funcional o del desarrollo, centros penitenciarios, enfermeras investigadoras, salubristas, cooperantes y un largo etc. tienen que buscarse las mañas para; por un lado formarse en el sector en el que trabajan, ya que hay muy pocas ofertas de formación en estos ámbitos, y por otro lado luchar por un reconocimiento igualitario al de la enfermera hospitalaria. Ya que aparte de ser peor remunerados (considerablemente) y con peores condiciones laborales, además sufren la desprestigiación de su propio colectivo. En lugar de empoderar y mejorar las condiciones en estos ámbitos las instituciones te empujan a querer abandonar tu lado más vocacional para terminar como funcionaria en un centro hospitalario (lo cual también te lo ponen bastante complicado), pero que si no lo haces habrás fracasado como enfermera.




Por mi parte digo ya basta, ya basta de contratos basura de días, de semanas o de meses, de ser repudiada por lo público por la falta de estabilidad que ofrece y por las muchas dificultades que nos brinda, ya sea por tema burocrático, sanciones, incompatibilidades, etc. Digo ya basta de que las instituciones gestoras de los organismos privados sanitarios y sociales ofrezcan partidas salariales, convenios y condiciones laborales propias de países en vías de desarrollo que impiden que puedas construir un futuro y tu presente. 


Märia Barrera

Comentarios

  1. Y ya está bien de empezar de cero en un servicio que no conoces, con dinámicas totalmente ajenas, con un tipo de pacientes del que desconoces sus peculiaridades y que te suelten al ruedo a torear.

    No es justo para las enfermeras que nos hemos visto en esa situación y muchísimo menos para los pacientes.

    Los días de formación para adaptarse a las unidades de trabajo deberían ser obligatorios y no como ahora que dependen de que haya suficientes enfermeras por turno. Y, ¡claro! Sí el contrato es para cubrir una baja, no es difícil suponer que es porque que no hay suficientes enfermeras.

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