20D: Nuevas dinámicas de poder...¿y en salud?
Los resultados de las elecciones generales del 20D sugieren un cambio en el panorama político. Un cambio que entre otras muchas formas obliga a los actores políticos a una forma diferente de actuar e interactuar entre ellos y ellas.
Parece que en la sociedad ha calado un mensaje de renovación, de ilusión, de empoderamiento ciudadano.
Ante la llamada "ingobernabilidad" del parlamento se abre un nuevo discurso dónde la negociación, consenso y pactos se tornan protagonistas por encima de personalismos, ideologías o estrategias de partido.
Trasladando éste panorama al ámbito sanitario, podemos reivindicar el creciente protagonismo de los pacientes o usuarios, la implicación en el proceso terapéutico y por supuesto en la toma de decisiones sobre su propia vida, su salud y su muerte.
Lejos queda ya aquella afirmación "Doctor, en sus manos pongo mi vida" como muestra de una confianza extrema que casi llegaba a la subyugación.
En los últimos años se ha evidenciado cómo se ha cuestionado la autoridad que tradicionalmente se adjudicaba al médico, al cura y al maestro (a algunos más que a otros).
Las dinámicas de poder están en transformación y el coprotagonismo de todos los participantes es imprescindible para los intereses compartidos e individuales. El bien común está en juego. Ya que la participación colaborativa en igualdad y respeto de todos y todas supone más calidad de vida, asistencial, de aprovechamiento de recursos y mayor eficiencia a largo plazo.
Las relaciones han cambiado entre los profesionales, entre los pacientes y lo que es más importante; entre profesionales y pacientes.
Un nuevo reto se abre ante nosotros y nosotras, como profesionales y como usuarios. No es otro que el de establecer nuevas dinámicas de poder y de relación que favorezcan la integración de todas las personas implicadas en el proceso de salud y que además redunde en el interés común. Ah¡ y en política también.
Cambiar el paternalismo por el empoderamiento.
Cambiar la jerarquía por la coparticipación.
La unidireccionalidad por la retroalimentación.
Ah¡ y en la salud también.
Un nuevo reto se abre ante nosotros y nosotras, como profesionales y como usuarios. No es otro que el de establecer nuevas dinámicas de poder y de relación que favorezcan la integración de todas las personas implicadas en el proceso de salud y que además redunde en el interés común. Ah¡ y en política también.
Cambiar el paternalismo por el empoderamiento.
Cambiar la jerarquía por la coparticipación.
La unidireccionalidad por la retroalimentación.
Ah¡ y en la salud también.
Juanfran
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