Ya llegan las oposiciones...

Y te dicen que has aprobado y que entras en listas de contratación y es cuando eres capaz de respirar hondo, el nudo en el estómago se va y se lleva consigo la opresión en el pecho. Y es ahí cuando descubrimos que estábamos sufriendo crisis de ansiedad. “Cito a pacientes, miro la fecha y me digo a mi misma: ya ha pasado”. Cómo cambia el discurso pre-oposición a post-oposición. Citaba a pacientes para revisiones y cada vez que ponía una fecha decía: me quedan tres días y aún tienes que repasar” Pero como he dicho antes ya ha pasado. 

Lo que sólo sabemos aquellos que nos presentamos a unas oposiciones, y más los que nos presentamos a oposiciones de carácter sanitario, es que no solo es el hecho de jugarte una plaza fija, si no que nuestra autoestima se ve tocada por cada error cometido ya que cada error puede utilizarse para juzgar nuestra calidad profesional por aquellos a los que atendemos, por compañeros del mismo o diferentes gremios y por uno mismo. En enfermería en concreto, aquella profesión en la que valemos para todo (como una entrada anterior en este blog, digna de leer) considero que este sentir es más pronunciado. 

Este pasado domingo día 13, en el País Vasco nos hemos presentado 11.000 profesionales de enfermería aproximadamente para 144 plazas de enfermero en Osakidetza de las cuales la mitad iban para promoción interna. Y como todo tiene sus críticas. Una única crítica buena que consigo hacer es que por fin, el examen ha sido enfermería 100%... peeeero.....



Todo comenzó con la forja del gran examen, 100 iban a ser las preguntas oficiales, amplias, ambiguas, de gran dificultad de comprensión, 10 fueron para la reserva, impasibles, otras 10 fueron más reserva, increíbles y 2 iban a ser las horas para rellenarlas…. Pero todos nosotros fuimos engañados, pues la megafonía había hablado: en los montes de la directiva dos preguntas ya fueron anuladas, antes de empezar el examen, una vez repartidas las hojas de respuesta… “Estas dos preguntas quedan anuladas”…. Y entonces supe que lo que me esperaba no era nada bueno. 

La ambigüedad de las preguntas era tal que todo generaba dudas, y no me refiero a buscar aquella intervención de enfermería a la que en pocas ocasiones prestamos atención ya que son detalles que no son los que más habitualmente puedes encontrarte (que así fueron muchas), me refiero a que la forma de redactar las preguntas como mínimo requería un tiempo de reflexión, tiempo que no se tenía (yo me considero rápida a la hora de hacer exámenes y me llevé un buen susto cuando dijeron que solo quedaban 10 minutos y solo llevaba pasadas 60 preguntas a la hoja de respuesta). Distinguir en plena oposición circunstancias como disminución del gasto cardiaco con disminución de la función hepática, centrar en que te está hablando de hígado no de riñón en un anciano, cuyas dos funciones generalmente están disminuidas, asociarlo a la absorción, metabolización, distribución o eliminación de un medicamento y discriminar que, aunque muchos medicamentos se eliminan por orina, muchos otros también tienen eliminación hepática, se refería a una disminución de la metabolización del medicamento, es mucho suponer para 1 minuto, y más con enunciados redactados en letras mayúsculas de una calidad pésima. Muchos nos enfrentamos a una urgencia y la afrontamos muchísimo mejor que un examen así. Hubo en ciertas preguntas en las que realmente me dije a mí misma: ¿eres tonta o qué? ¿Por qué dudas tanto? Dude porque, y perdonad que lo diga así, iba a toda ostia leyendo. Hoy, repasando el examen con una compañera me he dado cuenta que hay respuestas que no llegué a leer. 

Lo que me genera muchísima curiosidad es lo siguiente. Una de las preguntas anuladas era: CÓMO COMPROBARÍAS QUE UNA SONDA NASOGÁSTRICA ESTÁ CORRECTAMENTE COLOCADA. Entre las respuestas había dos interesantes, la correcta: insuflando aire en la sonda nasogástrica y auscultando (a secas), y otra, no correcta, observación de síntomas respiratorios, (tos, incapacidad para hablar…), las otras dos respuestas: determinación del pH del contenido gástrico o cualquiera de las anteriores. Si esta pregunta está anulada, casi todo el examen es anulable… pues si bien, cuando una persona tose, no puede hablar o tiene dificultad respiratoria mientras le estamos poniendo una SNG sabemos que podemos estar entrando en vía aérea y que por ahí no es, la forma de comprobarlo realmente es con la insuflación y la auscultación, creo que me seguís. 
Otro ejemplo: decir que el reposo no juega un papel en la cicatrización (que se lo digan a mis pacientes con úlceras venosas a los que se les manda reposo con piernas elevadas si están muy edematizados). Al final todas las preguntas parecían llevar consigo un “depende”. 

De todo esto yo saco una lectura que cuando menos es preocupante. ¿Quiénes son nuestros superiores? ¿Quiénes hacen las preguntas del examen? ¿Son profesionales de la enfermería? ¿Ejercen o han ejercido alguna vez? Cuando 11.000 personas se juegan un futuro, como mínimo se debería pedir un examen correcto, en cuanto a la forma y contenido de las preguntas y de las respuestas, la forma en general y sobre todo, se debería pedir que quien lo redactara tuviera los conocimientos de enfermería adecuados para que cuando ese examen llegara a los opositores no fuera con dos preguntas anuladas ya de antemano. No me mal interpretéis, no busco que hagan un examen fácil, para nada, si quieren preguntar cosas recónditas del temario me parece perfecto, ahora bien, que pregunten adecuadamente, no con esas lagunas que ellos mismos saben que existen y que por ello ha puesto veinte preguntas de reserva. 
Tenemos una gran profesión que muchas veces no es valorada y una manera de hacerlo es no esforzándose a la hora de organizar una oposición. 
Por si no se habían dado cuenta, esto no es un juego aunque nos la juguemos, nuestro futuro depende de un examen que se toman a risa. Ya hay demasiados factores en el aire (sustituciones de dias, conciliación familiar y social) y que afectan directamente a nuestro rendimiento a la hora de preparar un examen como para que ellos añadan factores que nos perjudique de tal modo como para entrar en crisis en plena oposición. 



El respeto debe comenzar desde aquellos que requieren nuestros servicios para sacar adelante una sanidad, pues organizar una oposición no es un favor que nos hacen a nosotros, es una necesidad que ellos tienen por lo tanto, cuidar de tus futuros trabajadores debería ser el primer paso pues para ello se preparan durante meses, para estar a la altura de las circunstancias, cosa que os aseguro que lo estamos, aunque no lo valoren.

Virginia Jiménez.

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