PRECARIEDAD DE LUJO


- ¿Eres enfermero? Yo no podría. Hacen falta muchos, ¿no? Tenéis mucho trabajo. Y sino podéis ir a Inglaterra, o a cualquier país de Europa.

- Psé!

Éste es un diálogo bastante habitual. Habría que hacer algunas aclaraciones. Es cierto que hacen falta profesionales de la Enfermería, y más falta harán dentro de unos años. El Gobierno Vasco hizo un estudio que lo evidenciaba, y en Catalunya directamente están estimulando desde la secundaria para que a la hora de cursar bachillerato se encamine hacia la rama sanitaria.

Sin embargo, de la misma manera que cuando decimos que España es un país rico no me convierte a mi en millonario, que haya mucho trabajo no quiere decir que con el diploma de Enfermería te venga una plaza en el hospital.

Aclarado este punto, llevo varios meses queriendo hablar de la precariedad a la que estoy sometido, al igual que mucho más gente. Lamentablemente no he sido el primero ni el último. El objetivo de este post no es autocompadecerme sino dar a conocer una situación concreta y analizarla.


Oficialmente, terminé la carrera el 24 de junio de 2009. Desde ese momento hasta la actualidad he firmado 5 contratos. Todos han sido suplencias para cubrir a compañeras que han tenido que estar de baja laboral.

Paréntesis. Terminar la carrera y empezar a trabajar dos días después es una gran suerte, especialmente cuando la crisis capitalista, económica y financiera se ha cobrado cientos de miles de empleos. Hasta aquí todo el mundo de acuerdo.

Me llamaron por la mañana. Aporté mi título y los documentos necesarios y firmaba mi primer contrato a las 14:15 del viernes 26 de junio de 2009. Empecé a trabajar a las 15:00 (¡¡45 minutos después de haber firmado!!) del mismo viernes en una unidad desconocida y no hubo responsable que me enseñase la unidad ni su funcionamiento. Aquel día sólo fue una chapuza de urgencia. Libré al día siguiente y el domingo (día de la OPE) empecé en la unidad en la que estaría casi dos semanas. Esta vez si hubo supoervisor que llevase a cabo un protocolo de bienvenida. Mi contrato terminó de un día para otro. Me informaron que estos contratos son así y que no volviese al día siquiente porque la persona a la que cubría la baja laboral se incorparaba de inmediato.

Pasó aproximadamente una semana. Me ofrecieron otro contrato. Firmé un jueves a las 8 de la mañana y a las 9 me entrevistaba conl a supervisora. Me explicó el funcionamiento de la unidad. Me dice que mi turno, desde el día que había firmado era: J Vacaciones, V Vacaciones, S Libre, D Libre, L Mañana. Me ofrecí para acudir el viernes y estar con alguna enfermera para que me enseñasen el funcionamiento de la unidad y aceptó mi propuesta. Acudí el viernes para habituarme a la unidad y casi todo el mundo me dijo que aquella baja sería larga, que se solaparía con una baja maternal, que llegaría hasta el invierno con aquel contrato. El lunes, antes de terminar la jornada la supervisora me dijo: no vuelvas mañana, se incorpora la persona a la que estás supliendo.

Dos semanas sin trabajo y de vacaciones estivales más tarde, me llamaron de otro hospital. Eran las 14.00 y me preguntaban que si:

  • A) Podía empezar a trabajar ese fin de semana en el servicio de Urgencias en turno de noche (sábado y domingo, y después lunes saliente y dos días libres)
  • B) Ir a firmar el contrato.
Respondí:
  • A) Sí
  • B) No llego a tiempo.
Contestaron:
  1. Dime tu número de la SS para darte de alta
  2. Dime que talla llevas que te dejaré un uniforme en el vestuario
  3. Mantente al teléfono que te paso a una persona que te explicará cómo es la unidad.
El lunes, estando de saliente y pocas horas después de haber firmado el contrato, me llamaron para comunicarme que la persona a la que suplía se incorporará mañana. Sin embargo no todo fueron malas noticias.

Hospital: ¿Te interesa medio turno en la UCI?
Alejandro: ¡Por supuesto!
Hospital: Empiezas el miércoles. Es una baja.

Más tarde me llamaron para decirme que fuese el día antes a que me explicaran un poco el funcionamiento de la unidad y del programa informático. Así lo hice, y cuando el miércoles me incorporé, una enfermera, gestora de la unidad, abandonó su despacho para arremangarse y acompañarme durante todo el turno.

Me enteré del final de mi contrato por sorpresa. Terminé la noche y en el relevo conseguí in extremis el cambio de turno para la noche de aquel mismo día.

Hacía unas semanas que había comprado entradas para ir con mi familia a ver un musical y aquel cambio me abría las puertas del teatro. A cambio de esa oportunidad, 3 días más tardes, y como es lógico, yo devolvería esa noche a mi compañero.

Con mucha consideración, a las 15.03 suena el teléfono. Número largo, muy largo. Descuelgo. Oigo la voz de mi compañero. Me temo lo peor.


...resulta que el cambio que habíamos firmado nos lo ha denegado el supervisor -¿qué hace el supervisor trabajando en domingo?- que hoy está de supervisor de guardia del hospital -¡mierda!- porque la persona que cubres se incorpora mañana.

Me quedé sin el cambio de turno, sin el musical con mi familia y sin trabajo en una unidad que me encantaba. Además me entero accidentalmente por boca de un compañero. Dies días después de haber empezado de aquella manera, terminé de aquella manera.

Tras la noche fatídica de "con trabajo y sin música" y un desayuno maravilloso con algunas compañeras, sonó mi teléfono a las 11 y algo de la mañana. Me ofrecían un contrato en el primer hospital. Tenía que ir a firma al día siguiente. También estaría cubriendo una baja. Desde entonces, espero el día y las circunstancias en las que me digan: no hace falta que vuelvas mañana porque se incorporará la persona a la que cubrías.



Esta historia, tal vez algo pesada por ser unos hechos personales ajenos a quien los lee, sirve para extraer una serie de conclusiones que quiero poner en valor y que son el verdadero motivo de esta entrada en el blog:
  • Nuestra condición de generalistas nos permite abrazar todos los campos de acción de la Enfermería (siempre que no requieran otra titulación como en el caso de la obstetricia-ginecología). Es un arma de doble filo que nos permite trabajar en lugares que se adapten más a los gustos y características de cada persona, pero por otro lado nos convierte en peones, que pese a nuestro grado de especialización, nos hace fácilmente intercambiables y altamente prescindibles. En mi opinión, la consecuencia más conocida de esta situación, unida a otros muchos factores, sucedió en el caso Rayán. Por ello considero muy necesario el pleno desarrollo profesionalizante de las diferentes especialidades de Enfermería aprobadas en el RD 450/2005 de 22 de abril.
  • Los contratos de suplencias por bajas laborales esclaviza a quien los firma. Dos motivos fundamentales: se termina la previsión y organización de los planes vitales a corto plazo (y me refiero a algo tan simple como quedar con las amistades para cenar) y se siembra la inseguridad laboral (hoy trabajo, mañana ya veremos...).
  • Fruto del exceso de atención hacia el trabajo que el mismo requiere, aumenta la fatiga mental ya que las perspectivas personales no van más allá del cubrir esta necesidad (trabajar para subsistir) y no permite cubrir el resto, que pese a poder considerarse secundarias, la negación sostenida de éstas puede provocar problemas de salud. Por ejemplo: podemos dejar de lado nuestras relaciones interpersonales temporalmente debido a que nuestro empleo y la organización de nuestras vidas hace incompatibles los horarios, pero si lo prolongamos esta falta de vida social puede dar lugar a diferentes transtornos.
  • Ciertos factores ambientales pueden hacer esta situación más llevadera. La novedad ante una nueva profesión (y las subsiguientes ganas de aprender) la novedad ante el reto de la excelencia profesional en una nueva unidad, la época del año (que pueda facilitar el horario de actividades recreativas) las simpatías establecidas con el personal de la unidad, son algunos de ellos.
  • No se menciona entre las anécdotas del texto, pero el personal de una unidad con contratación de carácter temporal acostumbra a llevar a cabo la carga de trabajo que las personas con plaza consolidada descartan. Produciéndose una segregación generacional.
  • Sin embargo y pese a todas las condiciones que hacen que disminuya la calidad del trabajo, que las condiciones laborales sean menos soportables, el desempeño de la Enfermería está bien remunerado, con unas cuotas salariales alejadas de los sueldos mileuristas para quien trabaja a jornada completa. Es por ello que yo la considero una precariedad de lujo.

Comentarios

  1. Muy buena observación Alejandro. Yo particularmente y dadas mis muy especiales necesidades vitales me beneficio de esta precariedad tan absoluta. A veces curro, a veces no, a veces abandono de un día para el otro, estoy un tiempo sin currar, luego doblo... A pesar de este lujo reconozco que para quien desee cierta estabilidad es lo peorcito.También hay que aprovechar el tiempo para hacer otras cosas y aumentar tus otros "capitales" ya que mucha gente comienza con 21 añitos en este curro, y con una proporción similar, a llenar su bolsillo y a vaciar su cabeza.
    El tiempo de precariedad creo que permite enriquecerte mínimamente con otras ventajas no monetarias... poca gente sabe disfrutar esto.
    Un besito

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