Valemos Para Todo
Oye, tú que eres enfermero, tú debes saber…
Somos eso, un cajón de sastre. Nuestras
tareas sólo se circunscriben entre unos puntos suspensivos y el inacabable
etc. En la época de la superespecialización nosotras seguimos ancladas en
la infravalorada versatilidad. Una médica no necesita escuchar, si te cura.
Una psicóloga no necesita tocarte si te ayuda y una farmacéutica siquiera ha de empatizar contigo para solventar tu problema. Por el
contrario, ¿qué se nos exige al personal de Enfermería?, somos casi tan resolutivos
como un buen esparadrapo.
Te pido que antes de continuar con la lectura dediques
cinco minutos a anotar todos los roles que puedes desempeñar en un turno
de trabajo.
¿Seguro que has hecho lo anterior? Venga, inténtalo.
Puede que ni con la insistencia hayas hecho el ejercicio, no obstante, tampoco es crucial. Esa lista suele ser bastante común en nuestro colectivo, por lo que aunque el listado sea mental seguro que en él cabe desde telefonista,
secretario, informador, mantenimiento, docente, consultora, médico, psicóloga
(por supuesto sin caer en el intrusismo), y una infinidad más de tareas
que nos exigen los pacientes y en muchos casos nuestras personas cercanas.
Y luego, ¿qué? ¿Qué somos nosotras? ¿Realmente han variado o se han definido nuestros quehaceres tras la implantación del grado o la aparición de varias especialidades de Enfermería?
Seguimos siendo eso, aprendiz de todo y maestro de nada. La
sociedad no sabe lo que hace una enfermera. A quién no le han preguntado
sus mejores amigos y familiares, pero exactamente, ¿tú qué es lo que
haces? Y ni uno mismo es capaz de explicar en su conjunto todo el peso de
la palabra ENFERMERA. A ojos de la sociedad en muchos casos seguimos
siendo el ayudante del médico, el pinchaculos o el practicante. No hace mucho hemos podido escuchar cómo el ministro de Hacienda diciendo “ Igual que
el médico que descifra un electrocardiograma sabe más de la salud del
paciente que el enfermero que le echa una ojeada al color de la
piel". Y a los pocos días el famoso R.D. sobre la prescripción enfermera.
Nos menosprecian, nos desmerecen e infravaloran y nosotros conscientes,
pero ajenos a ello seguimos día a día cuidando a personas, llegando donde ninguna
otras de las ciencias alcanza, porque el término CUIDAR es tan magnánimo como el de ENFERMERO. Así que, ¿qué somos las enfermeras? Pues somos eso, somos
tú, yo y todas las demás, somos un Banda, una Banda vestida de blanco que
te cuida, te escucha, te trata. Una Banda en la que puedes confiar, porque
se merece tu confianza.
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