Esa ciencia que se llama Humanizar.

Para comenzar seamos políticamente incorrectos. Hasta el Doctor Mengele tenía un afán benefactor para la humanidad en sus investigaciones. Se le olvidó aquello de la "No maleficiencia", bueno y lo de "no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti". Y lo de que todos somos iguales...que el fin no justifica los medios...y que la dignidad humana es inalienable porque es un fin en sí misma y no un mero medio... pero desde su cosmovisión del mundo, el contexto en el que vivió y la gente con la que se rodeó, realizar crímenes de lesa humanidad a la población judía debía de plantearles tantas o menos cuestiones éticas como nos las planteamos hoy en día con los animales.
O metiendo el dedo en la llaga, aquellas personas mediante sus actos vulneraron la dignidad de los judíos por el mero hecho de nacer judíos. Nosotros hoy en día mediante nuestras omisiones dejamos morir a los que nacen en África por el mero hecho de nacer allí. 


Vaya por delante mi incondicional posicionamiento a favor de la "humanización de la asistencia sanitaria". ¿de verdad tengo que afirmar ésto? ¿cabe lugar a la posibilidad "Mengele" hoy en día? ¿serían los campamentos de refugiados un ejemplo de tal posibilidad? (otro día lo planteamos). Hoy hemos venido a hablar de mi libro. 

En fin, las ciencias han cogido por costumbre la terminación -logía para expresar aquello de "la ciencia que estudia..." ya se lo que estáis pensando. ¿Dónde está la -logía de la medicina y/o la enfermería? ¿será que no somos ciencia? ¿será que somos un gremio de artesanos? ¿será que somos tan antigüos como la vida misma y al igual que la física, la química, la astronomía, la filosofía, la lógica...no tenemos -logía? 

Les dejo una vía intermedia, la posibilidad de que sea la patología, la ciencia que se esconde oculta tras nuestra disciplina. Siendo etimológicamente estrictos se trataría de la ciencia que estudia las afecciones. Es decir, lo que afecta al hígado, al pulmón, al corazón, a los riñones...dicho de otra manera las enfermedades. Pero resulta que en una interpretación clásica del término patología viene de "pathos-" que se puede leer como las afecciones, los afectos, las emociones, los sentimientos... de hecho en los poemas épicos de la Grecia Clásica me imagino como los críticos literarios se decían entre ellos: "éste poema tiene un "pathos" trepidante. Y es así queridos niños como os he llevado al huerto para convenceros que desde el principio de los tiempos nuestra ciencia no es otra que la ciencia que se ocupa de los afectos, de las pasiones de la vida. Así que una vez más nos damos cuenta que la visión holista e integral está en la raíz misma del ADN de nuestras profesiones. Y necesitamos un paradigma ecológico que se haga cargo de lo bio-psico-social-espiritual...añadan, añadan lo que se les ocurra. 

Ante tal inmenso proyecto tenemos varias iniciativas que someramente os ofrezo a continuación:


Recientemente hemos visto como Gabi Heras hacía un alegato en favor de "el cuidado de lo invisible" y era la cara visible del Proyecto Hu-Ci.

De manera casi simultánea se han sucedido fenómenos como la creación de la Dirección General de Coordinación de la Atención al Ciudadano y Humanización de la Asistencia Sanitaria dentro de la Comunidad de Madrid a cargo de Julio Zarco

Desde hace años trabaja y estudia en la misma línea José Carlos Bermejo, el cual procura demostrar la velocidad andando en el Centro Asistencial "San Camilo".

Desde luego no se trata de una moda nueva, en la ley General de Sanidad de 1986 ya se hacía mención al papel relevante que ocupaba la humanización como materia transversal en todo el proceso asistencial sanitario. Y como formaba parte del quehacer profesional de todo el personal. Además atribuía a los Comités de Ética Asistencial la "responsabilidad" de fomentar y difundir tal cultura en las instituciones sanitarias. Dicho sea de paso parece que en los CEAS somos más partidarios de un método diálogico y deliberativo con buenas razones y argumentos que ofrezcan recomendaciones o cursos de acción ante dilemas éticos. Lo de echarnos a la "calle" a crear cultura "humanizadora" parece más propio de gentes más dinámicas y pragmáticas que las reflexivas que solemos habitar dichos comités.

Y una vez hecho un visionado rápido me pregunto. Se imaginan que Steve Jobs en Apple tuviese que hacer toda una campaña mediática para convencer a sus trabajadores de lo idóneo que eran sus productos para el gran público. O crear toda una línea estratégica a nivel institucional para que calase el mensaje de modernidad y accesibilidad que ofrecía. Sonará tirano pero como ejecutivo decidió una línea de actuación y se mantuvo firme en ella, si se equivocaba asumía la responsabilidad. Si en algo estamos todos convencidos  ¿por qué no nos convertimos en miniSteve y ponemos rumbo hacia ello? Imaginan que una empresa privada esperase a cambiar el rumbo de sus servicios cuando todo hace pensar que la atención pudiese ofrecer resultados más tempranos, más eficientes y con menos costos a medio/largo plazo. Simplemente llega el jefe y dice "mañana las cosas se van a hacer así, el que no le guste o no lo haga así que se baje del barco."

Para finalizar les regalo dos libros: 

- Sin fines de lucro, Martha Nussbaum. Katz editorial.
"Muestra que cuando se promueven las habilidades técnicas en detrimento del estudio de las humanidades se dota a los estudiantes de herramientas útiles para el desarrollo económico lo que no necesariamente garantiza una mayor calidad de vida, pero se los priva de las posibilidades necesarias para el ejercicio de un pensamiento crítico."









- Humanización de la asistencia, Angelo Brusco. Sal Terrae


Espero que nos ayuden a comprender un poco mejor "Esa Ciencia que se llama Humanizar" 


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