Sordos, que no tontos.

Tenemos la suerte de vivir en un país en el que conviven muchas lenguas oficiales. Desde el punto de vista sanitario, el derecho a ser atendido dentro de la comunidad autónoma en cualquiera de los idiomas oficiales que coexisten, es ya una realidad. Tanto, que la estructura de los sistemas sanitarios ha cambiado. Para poder hacer uso de ese derecho, se están perfilando, a un determinado nivel lingüístico, casi el 80% las plazas que salen a concurso, en el País Vasco al menos. Aunque muchos crean que esto no responde más que a un asunto político, la realidad es que debería solo responder a un asunto única y exclusivamente de autonomía e intimidad del paciente y riqueza cultural. Desde mis propias carnes lo he vivido y aunque ha sido duro, adaptarse a la situación lingüística es una prioridad que debería estar apartada de radicalismos y politiqueos que nubla todo aquello positivo que puede exprimirse de esta realidad. Sin embargo, y visto mi afán por mostrar aquell...